Monasterios de principios del siglo XVI en las laderas de Popocatépetl






Valor universal excepcional
Breve síntesis
Los monasterios de principios del siglo XVI en las laderas de Popocatépetl es una propiedad en serie con 15 partes ubicadas en los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala en México, construido como parte de la evangelización y colonización de los territorios del norte de México. Los monasterios son:Atlatlahucan, Cuernavaca, Tetela del Volcan, Yautepec, Ocuituco, Tepoztlán, Tlayacapan, Totolapan, Yecapixtla, Hueyapan y Zacualpan de Amilpas en Morelos; Calpan, Huetotzingo y Tochimilco en Puebla; y San Francisco en Tlaxcala. Se considera que estos monasterios representan buenos ejemplos del estilo arquitectónico adoptado por los primeros misioneros:los franciscanos, Dominicos y agustinos - con soluciones espaciales y expresiones arquitectónicas que materializaban la fusión y síntesis de elementos heterogéneos. Un número considerable de estos edificios tienen un aspecto militar explícito, y elementos compositivos de marcado origen mudéjar y renacentista. La expresión de la cultura nativa también está presente, desde los espacios abiertos destinados al culto hasta el trabajo expresado en las decoraciones y las pinturas murales.
Los monasterios también representan un ejemplo de un nuevo concepto arquitectónico en el que los espacios abiertos cobran una importancia renovada. La influencia de este estilo se siente en todo el territorio mexicano e incluso más allá de sus fronteras. La característica distintiva de estos monasterios reside en la relación entre los espacios construidos y abiertos y, sobre todo, en el énfasis puesto en la amplia explanada o atrio con su posa individual y capillas abiertas que ofrecían una variedad de soluciones. Los monasterios fueron fundados en áreas de densos asentamientos indígenas, con el objeto de proporcionar puntos focales para los asentamientos urbanos, un papel que ha sobrevivido hasta nuestros días.
Los 15 monasterios se ajustan todos a un modelo arquitectónico que se extendió rápidamente por la región y contiene ciertos elementos básicos comunes a este nuevo tipo de casa monástica:atrio (generalmente rectangular), iglesia (generalmente de planta simple pero de tamaño imponente, con una sola nave), y edificios monásticos, generalmente ubicado al sur de la iglesia y dispuesto alrededor de un pequeño patio o patio, designado como el claustro.
Los grandes atrios que son espacios abiertos, rodear todo el perímetro de la iglesia (en algunos casos la mayor parte). Están delimitados por Capillas de Descanso en el perímetro interno del atrio, llamado el camino procesional, y las paredes tienen pequeños nichos para el Viacrucis. Otro elemento importante es la Capilla Abierta. Las estructuras hidráulicas también son elementos de la composición exterior que conducían el agua desde la parte alta de la montaña para uso comunitario.
Criterio (ii):La considerable influencia ejercida por el modelo arquitectónico de los primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl, que se extienden por un área muy amplia, es indiscutible. Operaron no solo en la segunda mitad del siglo XVI en el centro y sureste de México, pero continuó con la expansión de la colonización y evangelización de las tierras del norte en el siglo XVIII, llegando a los actuales Estados Unidos de América desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico, en forma de un gran número de establecimientos más pequeños conocidos como "misiones" en lugar de monasterios.
Criterio (iv):Los monasterios de principios del siglo XVI en las laderas de Popocatépetl son un grupo de monasterios seleccionados como representativos de un gran total. Dan testimonio característico de un cierto tipo de estructura, tanto arquitectónicos como urbanos, que sirvió de centro de nuevos asentamientos humanos para la reorganización de un enorme territorio y para la introducción de nuevos elementos sociales y culturales.
Integridad
Dado que cada uno de los monasterios ha conservado todos los elementos originales de su conjunto arquitectónico, son una representación completa de un monasterio actual del siglo XVI. En general, se encuentran en buen estado de conservación y se ha mantenido su integridad física. Los procesos de descomposición han sido controlados por la implementación anual de proyectos de conservación. Hay importantes desafíos que deben abordarse con respecto al entorno físico de estos monasterios, particularmente en términos de control de la expansión urbana en diversos lugares.
Autenticidad
El nivel de autenticidad en el diseño y los materiales en los monasterios es alto. Después del Concilio de Trento, muchos de los edificios monásticos se convirtieron para otros usos y en el transcurso de los nuevos edificios públicos del siglo XIX, como escuelas y clínicas, se construyeron en el recinto del monasterio. Sin embargo, todas las iglesias han conservado su función original y, como resultado, han conservado la mayor parte de su forma y mobiliario originales. Las condiciones de autenticidad pueden verse amenazadas por fenómenos naturales impredecibles, como terremotos y / o erupción del volcán Popocatépetl, por su proximidad. En el caso de este último, podría haber pérdida total o parcial de los monasterios.
Requisitos de protección y gestión
La protección legal de los monasterios de principios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl involucra tres niveles diferentes de gobierno:federal, estatal y municipal. Los instrumentos legales que garantizan la protección de la propiedad incluyen la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; la Ley General de Asentamientos Humanos, Gestión de suelo y desarrollo urbano de 2016, la Ley Federal de Historia Histórica de 1972, Zonas y Monumentos Arqueológicos y Artísticos y Ley General de Bienes Nacionales de 2004.
La gestión de la propiedad es corresponsabilidad de las autoridades patrimoniales a nivel federal, estado, representantes municipales y asociados de grupos civiles. Los centros de gestión y conservación tienen como objetivo garantizar la estabilidad de los monasterios y sus elementos mediante la implementación de la conservación, actividades de mantenimiento y sensibilización.
Los esfuerzos para desarrollar un marco de gestión general para toda la propiedad, que debería incluir un plan común de gestión de riesgos, un sistema de seguimiento, e interpretación, estrategias de comunicación y turismo, debe perseguirse y debe establecerse una unidad de gestión dedicada a coordinar su implementación.



Arquitectura clasica
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