Murallas romanas de Lugo
Valor universal excepcional
Breve síntesis
Murallas romanas de Lugo, una ciudad de la Comunidad Autónoma de Galicia en el noroeste de España, son una arquitectura excepcional, legado arqueológico y constructivo de la ingeniería romana, que data de los siglos III y IV d.C. Los Muros están construidos con revestimientos de piedra internos y externos de pizarra con algo de granito, con un relleno de núcleo de un conglomerado de losas de pizarra y piezas de piedra trabajada de edificios romanos, entrelazados con mortero de cal.
Su longitud total de 2117 m en forma de rectángulo alargado ocupa una superficie de 1,68 ha. Su altura varía entre 8 y 10 m, con una anchura de 4,2 m, alcanzando los 7 m en algunos puntos específicos. Los muros todavía contienen 85 torres externas, 10 puertas (cinco de las cuales son originales y cinco que se abrieron en los tiempos modernos), cuatro escaleras y dos rampas que dan acceso a la pasarela a lo largo de la parte superior de las paredes, uno de los cuales es interno y el otro externo. Cada torre contenía escaleras de acceso que conducían desde el intervallum hasta el paseo de la muralla de la ciudad, de los cuales se han descubierto hasta la fecha un total de 21.
Las defensas de Lugo son el ejemplo más completo y mejor conservado de la arquitectura militar romana del Imperio Romano de Occidente.
A pesar de las obras de renovación realizadas, los muros conservan su trazado original y las características constructivas asociadas a su finalidad defensiva, con paredes, almenas, torres fortificaciones, puertas y escaleras modernas y originales, y un foso.
Desde que fueron construidos, las murallas han definido el trazado y el crecimiento de la ciudad, que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1973, formando parte de ella y convirtiéndose en una estructura emblemática a la que se puede acceder libremente para pasear. Tanto los habitantes locales como los visitantes los han utilizado como un espacio de disfrute y como parte de la vida urbana durante siglos.
Criterio (iv):Las murallas romanas de Lugo son el mejor ejemplo que se conserva de fortificaciones militares tardorromanas.
Integridad
Las murallas romanas de Lugo conservan visiblemente su trazado original y más de la mitad de sus torres y estructuras defensivas originales, puertas escaleras y otros elementos, junto con un gran número de restos arqueológicos de la época, que ayudan a situar la estructura dentro de su contexto histórico, y dar testimonio de su creación y evolución. Los límites de la propiedad incluyen todas las fortificaciones, mientras que las áreas intramuros y extramuros se incluyen en una zona de amortiguamiento.
Muy pocos conjuntos monumentales pueden ofrecer la misma autenticidad histórica e integridad arqueológica, tanto por su tamaño como por su inclusión en un entorno urbano, y su uso continuado, como parte de un contexto más amplio y cada vez más conocido que ofrece una gran cantidad de restos arqueológicos asociados al monumento. Su originalidad fue confirmada por los hallazgos que se han realizado y los estudios realizados sobre su disposición y estructura completa, en el foso, o en la recuperación de sus portales y escaleras originales, prueba fehaciente de su origen romano (entre los siglos III y IV d.C.).
El uso de materiales locales como pizarra, el granito y otras piedras que se reutilizaron en el proceso de construcción dan a los muros imperiales tardíos un aspecto original, mejorado aún más por el hecho de que su perímetro y la pasarela superior están completamente intactos.
Las presiones que afectan a las murallas romanas incluyen los efectos del uso de la infraestructura de transporte, agua y humedad relativa, pero todas ellas son menores y están bajo control.
Autenticidad
La autenticidad de las murallas romanas de Lugo radica en la forma en que han sobrevivido intactas durante dieciocho siglos. Ha habido muchas intervenciones durante ese largo período en partes individuales de las paredes con fines prácticos y estéticos, lo que significa que no sobreviven en su forma original precisa, y entonces, utilizando una interpretación restringida, se podría considerar que carecen de cierta medida de autenticidad. Sin embargo, como conjunto, su autenticidad es impecable.
Requisitos de protección y gestión
El marco legal que controla las intervenciones realizadas sobre el monumento tiene su origen en la Constitución española, en el Estatuto de Autonomía de Galicia, Ley Orgánica 1/1981, de 6 de abril, y en el Real Decreto 2434/1982, de 24 de julio, de traspaso de funciones y servicios de las Autoridades del Estado a la Comunidad Autónoma de Galicia en materia cultural. La Muralla Romana de Lugo está considerada Bien de Interés Cultural por la Real Orden de 16 de abril, 1921, otorgándole la máxima protección legal de sus valores culturales.
Cualquier intervención que involucre los Muros o su entorno deberá cumplir con la normativa específica sobre protección del patrimonio cultural a nivel nacional, según lo previsto en la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español, y normativa autonómica recogida en la Ley 8/1995 de Patrimonio Cultural de Galicia.
Este marco normativo implica la colaboración de tres autoridades públicas que se encargan de la protección del monumento:las Autoridades del Estado central, las Autoridades Regionales de la Xunta de Galicia, y las autoridades locales del Ayuntamiento de Lugo. Esta colaboración entre las diferentes autoridades es la base para la gestión directa del monumento, llevada a cabo por la Xunta de Galicia como titular y autoridad responsable de su cuidado dentro de la comunidad autónoma.
Todos los trabajos de restauración y mantenimiento de la Muralla Romana se realizan en estricto cumplimiento de las directrices del Plan Avanzado Integral de Conservación y Restauración de la Muralla de Lugo.
El Ayuntamiento de Lugo es el encargado de gestionar las actuaciones que se realicen en los Muros de acuerdo con lo estipulado en el Plan Especial de Protección, Rehabilitación y Reforma del Área Amurallada del Ayuntamiento de Lugo y su Área de Influencia. El municipio ha iniciado una serie de intervenciones encaminadas a la conservación del monumento, que consisten fundamentalmente en protegerlo del tráfico y la contaminación convirtiendo la vía que bordea los muros en una pasarela peatonal, y creando una pasarela peatonal interior que alivia las estructuras adyacentes con una serie de espacios verdes en toda su extensión. Todos estos planes se centran en un proceso de renovación, rehabilitación y puesta en valor del patrimonio cultural de Lugo, representado en un edificio que ha sido construido especialmente para este propósito, el Centro de Visitantes de los Muros.