La Habana Vieja y su Sistema de Fortificación






Valor universal excepcional

Breve síntesis

Fundada alrededor de 1519 en la costa noroeste de Cuba, La Habana Vieja ha mantenido una notable unidad de carácter a través de su adhesión a su trazado urbano original. Plazas urbanas rodeadas de numerosos edificios de notable mérito arquitectónico y calles estrechas bordeadas de estilos más populares o tradicionales impregnan el centro histórico de la ciudad. Su sentido general de la arquitectura, La continuidad histórica y ambiental la convierte en el centro histórico de la ciudad más impresionante del Caribe y uno de los más notables del continente americano en su conjunto. Con el establecimiento y desarrollo del sistema de flotas en las Antillas españolas, La Habana en la segunda mitad del siglo XVI se convirtió en el puerto más grande de la región, y en el siglo XVIII desarrolló el astillero más completo del Nuevo Mundo, ambos necesitaban protección militar. La extensa red de instalaciones defensivas que se creó entre los siglos XVI y XIX incluye algunas de las fortificaciones de piedra más antiguas y más grandes que actualmente se encuentran en América.

Habana Vieja, que se define por la extensión de las antiguas murallas de la ciudad, ha mantenido el patrón del entorno urbano temprano con sus cinco grandes plazas, cada uno con su propio carácter arquitectónico:Plaza de Armas, Plaza Vieja, Plaza de San Francisco, Plaza del Cristo y Plaza de la Catedral. Alrededor de estas plazas hay muchos edificios destacados, incluyendo la Iglesia Catedral de La Habana, Antiguo Convento de San Francisco de Asís, Palacio del Segundo Cabo y Palacio de los Capitanes Generales. Intercalado con esta mezcla de monumentos de estilo barroco y neoclásico se encuentra un conjunto homogéneo de casas particulares con soportales, balcones, puertas de hierro forjado y patios internos, muchos de ellos evocativamente desgastados por el tiempo. El complejo sistema de fortificaciones que protegía a La Habana, su puerto y su astillero está conformado por la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña –una de las fortalezas coloniales más grandes de América– en el lado este del estrecho canal de entrada a la Bahía de La Habana; Castillo de la Real Fuerza –una de las fortalezas coloniales más antiguas de América (iniciada en 1558) - en el lado oeste del canal; y el Castillo de San Salvador de la Punta y el Castillo de los Tres Reyes del Morro custodiando la entrada al canal; así como el Torreón de San Lázaro, Castillo de Santa Dorotea de Luna de la Chorrera, Reducto de Cojímar, Baluarte del Ángel, Lienzo de la Muralla y Puerta de la Tenaza, Restos de Lienzo de la Muralla, Garita de la Maestranza, Cuerpo de Guardia de la Puerta Nueva, Restos del Baluarte de Paula, Polvorín de San Antonio, Hornabeque de San Diego, Fuerte No. 4, Castillo de Santo Domingo de Atarés, Castillo del Príncipe y Fuerte No. 1.

Criterio (iv) Las fortunas históricas de La Habana fueron producto de la función excepcional de su bahía como parada obligada en la ruta marítima al Nuevo Mundo. que en consecuencia necesitaba su protección militar. La extensa red de instalaciones defensivas creada entre los siglos XVI y XIX incluye algunas de las fortificaciones de piedra más antiguas y más grandes de América. entre ellos la fortaleza de La Cabaña en el lado este del estrecho canal de entrada a la Bahía de La Habana, Castillo de la Real Fuerza en el lado oeste, y el castillo del Morro y el castillo de La Punta custodiando la entrada al canal.

Criterio (v) El centro histórico de La Habana ha mantenido una notable unidad de carácter resultante de la superposición de diferentes períodos de su historia. que se ha logrado de una manera armoniosa pero expresiva a través de la adherencia al diseño urbano original y al patrón subyacente de la ciudad en su conjunto. Dentro del centro histórico de la ciudad hay muchos edificios de notable mérito arquitectónico, especialmente rodeando sus plazas, que se destacan por casas y edificios residenciales en un estilo más popular o tradicional que, cuando se considera en su conjunto, proporcionar un sentido general de arquitectura, continuidad histórica y ambiental que hace de La Habana Vieja el centro histórico más impresionante del Caribe y uno de los más notables del continente americano en su conjunto.

Integridad

Dentro de los límites de La Habana Vieja y sus Fortificaciones se ubican todos los elementos necesarios para expresar su Valor Universal Excepcional, incluyendo el trazado urbano de La Habana Vieja con sus cinco grandes plazas y su armonioso conjunto de monumentos arquitectónicos y construcciones populares de estilo tradicional de diferentes épocas de su historia, y su extensa red de fortificaciones. Debido al papel histórico que jugaron las ordenanzas de construcción durante los siglos XIX y XX, La morfología urbana y arquitectónica de La Habana Vieja se ha mantenido prácticamente sin cambios. Las 214 ha de la ciudad. El centro histórico y sus fortificaciones son de tamaño suficiente para asegurar adecuadamente la representación completa de las características y procesos que transmiten la importancia de la propiedad. La Habana Vieja y sus Fortificaciones no sufre efectos adversos del desarrollo, aunque gran parte de la estructura construida de La Habana Vieja está en mal estado debido a la descomposición, negligencia crónica y los elementos naturales.

Autenticidad

La Habana Vieja y sus Fortificaciones tienen un alto grado de autenticidad en términos de ubicación y entorno, formas y diseños, y materiales y sustancias. Entre las décadas de 1950 y 1970, ciertas intervenciones arquitectónicas y cambios de uso afectaron la autenticidad de La Habana Vieja, pero sin restarle claridad a la comprensión de la veracidad del conjunto y sus atributos. La Habana se ve sometida ocasionalmente a un clima tropical severo (incluidos huracanes, como en 2008), que puede amenazar la autenticidad de la propiedad.

Requisitos de protección y gestión

La Habana Vieja y sus Fortificaciones es propiedad en gran parte del estado cubano, con algunas partes propiedad de personas físicas o jurídicas. La propiedad inscrita está protegida por las disposiciones de la Constitución de la República de Cuba de 24 de febrero de 1976 y por la Resolución de la Comisión de Monumentos Nacionales 3/1978 que designa el casco histórico urbano del casco antiguo de San Cristóbal de La. La Habana y el sistema de fortificaciones coloniales que la rodea como Monumento Nacional, en aplicación de la Ley de Protección al Patrimonio Cultural (Ley de Protección de los Bienes Culturales, Ley N ° 1 de 4 de agosto de 1977), y la Ley de Monumentos Nacionales y Locales (Ley de Monumentos Nacionales y Locales, Ley N ° 2 de 4 de agosto de 1977). Se establecieron las Resoluciones 12/1980 y 14/1980 de la Comisión de Monumentos Nacionales, respectivamente, un grupo de trabajo nacional responsable del centro histórico de La Habana Vieja y sus fortificaciones, y medidas para delimitar los límites del centro histórico y proteger sus edificios deteniendo los derribos y planificando las obras de refuerzo. La Asamblea Provincial del Poder Popular es la responsable de la administración del centro histórico de La Habana. Una institución especializada del Ministerio de Cultura cubano proporciona servicios legales, apoyo técnico y administrativo para la investigación y formulación de políticas y proyectos para la conservación y rehabilitación del centro histórico. El estado cubano proporciona recursos para un Plan Quinquenal de Restauración, que comenzó en 1981, y asegura la viabilidad y sostenibilidad del Plan plurianual mediante un convenio con la Oficina del Historiador de La Habana (organismo autónomo de gobierno de la ciudad fundado en 1938), que gestiona el proceso de rehabilitación y restauración.

Mantener el valor universal excepcional de la propiedad a lo largo del tiempo requerirá la continuación de los programas y procesos existentes, y establecer nuevas iniciativas según sea necesario, velar por la adecuada reparación y conservación del tejido construido de La Habana Vieja que se encuentra en mal estado por deterioro, negligencia crónica y los elementos; preparar un plan de reducción de riesgos y preparación para emergencias relacionado con el clima severo y otras amenazas identificadas o potenciales; y establecimiento de indicadores de seguimiento.



Arquitectura clasica
Arquitectura clasica