Monasterio de Alcobaça






Valor universal excepcional

Breve síntesis
La fundación del Monasterio de Alcobaça, ubicado en el centro de Portugal, está estrechamente asociado con el comienzo de la monarquía portuguesa. Cuando Afonso Henriques fue proclamado rey Alfonso I en 1139, basó su reconquista política en los cruzados y en las órdenes religiosas. Alcobaça fue entregada a los cistercienses en reconocimiento a su apoyo a la conquista de Santarem (1152) con el entendimiento de que colonizarían y trabajarían las tierras circundantes.
En el siglo XIII, mientras la iglesia del monasterio, presentado de manera similar a la Abadía de Pontigny en Borgoña (Francia), y los magníficos edificios monásticos estaban en construcción, La influencia intelectual y política del monasterio ya se había extendido por la parte occidental de la Península Ibérica. Era un centro de estudio y doctrina religiosa (la escuela monástica más importante del reino estaba ubicada dentro de sus instalaciones) y albergaba a una congregación adinerada.
En este conjunto monumental, la sacristía manuelina del infante Dom Afonso, nombrado abad de Alcobaça en 1505, el claustro superior de João de Castilho, la fachada y parte principal de las moradas barrocas de Fray João Turriano (1702), y la Habitación del Rey son particularmente dignas de mención.
El último símbolo de esta relación privilegiada con la monarquía portuguesa se encuentra en las famosas tumbas de Inês de Castro y Dom Pedro (Pedro I). El rey Pedro I encargó las tumbas gemelas después del dramático evento que más tarde inspiraría al poeta Luís Vaz de Camões, el escritor Vélez de Guevara y tantos otros autores y cineastas. El diseño de un sarcófago alto que sostiene a los gigantes vigilados por los ángeles, utilizado con frecuencia en el siglo XIV, encuentra aquí una de sus mayores expresiones artísticas. La calidad estilística de los ornamentos esculpidos, a pesar de haber sido mutilado por las tropas de Napoleón en 1810-1811, es superado por el irresistible simbolismo de la iconografía, que evoca el destino humano, muerte, y la esperanza cristiana de la vida eterna. Construido c. 1360, las tumbas son el signo tangible de la rehabilitación mística de Inês por Pedro I, asesinado en Coimbra por orden del rey Alfonso IV.
Criterio (i):En virtud de sus magníficas dimensiones, la claridad del estilo arquitectónico, la belleza del material utilizado y el cuidado con el que fue construido, el Monasterio de Alcobaça es una obra maestra del arte gótico cisterciense. Es testimonio de la difusión de un estilo estético que se desarrolló en Borgoña en la época de San Bernardo, ya la supervivencia del ideal ascético que caracterizó a los primeros establecimientos de la orden como Fontenay. Las tumbas de Dom Pedro y Doña Inés de Castro son bellos ejemplos de esculturas funerarias góticas.
Criterio (iv):El Monasterio de Alcobaça es un ejemplo de gran establecimiento cisterciense con una infraestructura única de sistemas hidráulicos y edificios funcionales. Merecidamente renombrado, la cocina del siglo XVIII se suma al interés del conjunto de edificios monásticos de la época medieval (claustro y lavabo, sala capitular, salón, dormitorio, la sala de los monjes y el refectorio).
Integridad
El Monasterio de Alcobaça se ha conservado debidamente y contiene todos los elementos necesarios para transmitir su Valor Universal Excepcional. No se han producido cambios importantes que puedan afectar la integridad de la propiedad.
Los cambios que se han realizado en el Monasterio de Alcobaça se refieren principalmente a los siguientes:restauración del hórreo del siglo XVIII; instalaciones eléctricas y de audio; restauración de esculturas de terracota y madera del período barroco; obras de reparación para evitar infiltraciones en el monumento y construcción de la galería de exposiciones de San Bernardo.
Autenticidad
El Monasterio de Alcobaça aún conserva su autenticidad ya que no ha sufrido modificaciones importantes. Los proyectos de restauración implementados por organizaciones nacionales han respetado estrictamente los materiales y técnicas originales. Además, la conciencia de la importancia de mantener la autenticidad física e intangible de la propiedad es un principio fundamental y general para salvaguardar el monumento y preservar su especificidad y singularidad. Similar, las características de la ubicación y el entorno aún se mantienen bien debido a que los administradores municipales aplican medidas reglamentarias y legales para preservar la zona de amortiguamiento de la propiedad y el entorno más amplio.
Requisitos de protección y gestión
El Monasterio de Alcobaça fue catalogado como monumento nacional por un Decreto publicado en la Revista del Gobierno núm. 14 de 17 de enero de 1907. Con el fin de garantizar la aplicación de la Ley como base de la normativa normativa de protección y valorización del patrimonio cultural (Ley nº 107 de 8 de septiembre de 2001), Decreto núm. 140 de 15 de junio de 2009 ha establecido el marco legal para los estudios, proyectos informes, obras o intervenciones realizadas para bienes culturales clasificados. Destaca que la evaluación previa y sistemática, la supervisión y el análisis cuidadoso de cualquier obra que pueda afectar la integridad de la propiedad son esenciales para evitar cualquier desfiguración, dilapidación, pérdida de características físicas o autenticidad. Esto se garantiza mediante una planificación adecuada y estricta, por personal calificado, en las técnicas, metodologías y recursos que se utilizarán para la ejecución de obras sobre bienes culturales.
Similar, Decreto núm. 309 de 23 de octubre de 2009 equipara zonas de amortiguamiento con zonas de protección especial, que se benefician de las restricciones adecuadas para la protección y valorización de los bienes culturales.
Uno de los objetivos clave de la gestión de la propiedad es preservar los atributos que justificaron su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial. así como mantener las condiciones de autenticidad e integridad de todo el conjunto monumental. Esto se logra mediante el desarrollo de un plan de trabajo que involucre a la comunidad local en la toma de decisiones y la implementación.
Todas las intervenciones que se han implementado o están programadas cumplen con la legislación vigente, así como con estrictos criterios técnicos y científicos. Se presta atención al tratamiento y rehabilitación de la zona circundante al monumento, ya que estas obras deben ser garantizadas por organizaciones locales que involucren tanto al municipio como a la comunidad local.
La gestión del Monasterio de Alcobaça está a cargo de los servicios descentralizados de la Dirección General de Patrimonio Cultural (DGPC), el departamento de administración nacional responsable del patrimonio cultural. Conservación, las medidas de mejora y salvaguardia están garantizadas por la DGPC, que también se encarga de elaborar un programa anual y ejecutarlo para asegurar la adecuada conservación y protección de la propiedad.



Arquitectura clasica
Arquitectura clasica