Alhambra, Generalife y Albayzín, Granada






Valor universal excepcional

Breve síntesis

La propiedad de la Alhambra, Generalife y Albayzín, Granada, se encuentra en dos colinas adyacentes, separados por el río Darro. Elevándose por encima de la moderna ciudad baja, la Alhambra y el Albayzín forman la parte medieval de la Ciudad de Granada, que conserva restos del antiguo barrio árabe. Estos componentes representan dos realidades complementarias y ejemplos de conjuntos urbanos medievales:el barrio residencial del Albayzín y la ciudad palatina de la Alhambra. Al este de la fortaleza y residencia de la Alhambra se encuentran los jardines del Generalife, un ejemplo de residencia rural de los emires, construida durante los siglos XIII y XIV.

La Alhambra, con su ocupación continua en el tiempo, es actualmente la única ciudad palatina conservada del período islámico. Constituye el mejor ejemplo del arte nazarí en su arquitectura y aspectos decorativos. El Jardín del Generalife y sus huertas representan uno de los pocos espacios medievales de productividad agrícola. Estos palacios fueron posibles gracias a la ingeniería de riego existente en Al-Ándalus, bien implantado en la Alhambra y Generalife con elementos tecnológicos conocidos y estudiados por los arqueólogos. Esto constituyó un sistema urbano real que integra arquitectura y paisaje, y ampliando su influencia en el entorno con jardines e infraestructuras hidráulicas singulares.

El barrio residencial del Albayzín, que constituye el origen de la Ciudad de Granada, es un rico legado de urbanismo y arquitectura morisca en el que conviven en armonía edificios nazaríes y construcciones de tradición cristiana. Gran parte de su importancia radica en el plano de la ciudad medieval con sus calles estrechas y pequeñas plazas y en las casas relativamente modestas de estilo morisco y andaluz que las bordean. Existen, sin embargo, algunos recordatorios más imponentes de su prosperidad pasada. Actualmente es una de las mejores ilustraciones del urbanismo morisco, enriquecido con las aportaciones cristianas del Renacimiento español y el Barroco al diseño islámico de las calles.

Criterio (i):La Alhambra y el Generalife contienen todas las técnicas artísticas conocidas del mundo hispano-musulmán, sobre la base de un sistema proporcional en el que se basan todos los desarrollos decorativos y constructivos, con especial énfasis en el valor estético que representa el uso inteligente del agua y la vegetación. Junto con esta tradición, desde 1492 la Casa Real ha recibido las propuestas más avanzadas en cuanto a arquitectura palaciega y poliorrticina, y artes plásticas del humanismo occidental.

El barrio del Albayzín es la ilustración mejor conservada de una ciudad hispano-musulmana del sur de España, particularmente formado durante la dinastía nazarí. El Albayzín, enriquecido con los aportes del Renacimiento cristiano y la cultura barroca española, es una mezcla excepcional y armoniosa de dos tradiciones, creando una forma y un estilo únicos y especiales.

Criterio (iii):El desarrollo de los materiales utilizados en la Alhambra y el Generalife son únicos particularmente con el uso de yeso, madera y cerámica como elementos decorativos. Junto con el uso de la epigrafía árabe, Las construcciones se transformaron en un conjunto de "arquitectura parlante", cuyos contenidos están relacionados con lo religioso, mundo político y poético de la dinastía nazarí, conservado y enriquecido con los mejores ejemplos del arte humanista e innovador del Renacimiento español. El conjunto arquitectónico es un ejemplo vivo de la mezcla de la Pascua y las tradiciones artísticas occidentales.

El Albayzín representa un microcosmos de lo que significó el esplendor cultural andalusí en Granada desde sus orígenes en la dinastía zirí hasta la magnificencia de la dinastía nazarí. Las costumbres transmitidas por los andalusíes se originaron en este tipo de barrios y han influido en gran medida en todas las culturas europeas. Su gran conocimiento científico y sus costumbres sociales -así como su gastronomía e higiene- confirman la grandeza de esta cultura avanzada que influyó en las posteriores culturas del Albayzín siglos después.

Criterio (iv):La Alhambra y el Generalife dan testimonio excepcional de la España musulmana de los siglos XIII y XV. Forman un ejemplo notable de las residencias palatinas del Islam medieval, ni destruido ni cambiado por las vicisitudes del tiempo, como en los ejemplos del Magreb. La arquitectura y el paisaje urbano del Albayzín es el ejemplo cultural más notable de la pervivencia de la cultura andalusí en nuestros días. Da testimonio del asentamiento medieval árabe, que no se modificó cuando se adaptó al estilo de vida cristiano después de la conquista. Sus principales características en cuanto a forma, materiales y colores, se conservan casi sin cambios y sobreviven como un notable ejemplo de villa morisca de la dinastía nazarí que se fusionó con el urbanismo vernáculo del siglo XIX y principios del XX.

Integridad

Los componentes transmiten un conjunto de valores, conservados a lo largo del tiempo y enriquecidos por su valor simbólico desde las primeras construcciones. Desde el siglo XIII, sus diferentes ocupantes han conservado las áreas de una manera original, a veces cambiando sus funciones pero manteniendo el carácter unificador de cada parte. Los componentes inscritos son complementarios entre sí en varios aspectos y forman un todo coherente.

El Albayzín está muy bien conservado y aún mantiene su carácter residencial original. el resultado de la rica lengua vernácula de la arquitectura morisca, armoniosamente terminado con elementos de la arquitectura tradicional y secular granadina. El urbanismo del siglo XIX y la primera mitad del XX tomó como base práctica este rico legado cultural, combinándolo con otros elementos típicos de la época. Por lo tanto, el conjunto de la arquitectura profana está perfectamente integrado al resto de la masía y a la estructura urbana del antiguo barrio nazarí, haciendo del Albayzín del siglo XXI un fenómeno cultural único.

Autenticidad

Los atributos contenidos en la propiedad inscrita justifican su posición excepcional en la tradición arquitectónica islámica de la Alta Edad Media, y expresan la autenticidad de una manera confiable. Desde su concepción como ciudad palatina, su arquitectura partió de un sistema proporcional, siguiendo los principios de compartimentación de áreas, sin exteriorización y el típico diseño aclimatado de la cultura islámica. Junto con esto, se materializa en un programa decorativo basado en la geometría, epigrafía y decoración vegetal que alcanza su expresión más característica en las bóvedas de Mocárabe. Este repertorio se completa con elementos de apoyo que constituyen un cuerpo integrador más allá de las fronteras estilísticas y culturales. Durante el siglo XIX, algunas prácticas de restauración impactaron estos atributos, aunque las intervenciones científicas de los años 30 del siglo XX corrigieron admirablemente estos impactos y las principales características en cuanto a forma, materiales y colores, se conservan casi sin cambios.

La Alhambra, y en particular Generalife, incorpora la tradición de la jardinería morisca, el uso estético del agua y los jardines de producción y entretenimiento, tener una de las áreas más antiguas de mosaico en terrazas conocidas en Europa. También muestra las técnicas de jardinería renacentista y contemporánea, como resultado de la creciente preocupación por la preservación de las tradiciones del diseño botánico.

El diseño de la calle y el paisaje urbano hispano-musulmán muestran la autenticidad del barrio del Albayzín, conservando ejemplos únicos de los principales hitos arquitectónicos. Hasta 1990, la falta de una política o estrategia global provocó el uso inadecuado de materiales y técnicas para algunas restauraciones. Hoy en día estos defectos se están subsanando y revertiendo. Las obras contemporáneas están diseñadas para reemplazar, tan lejos como sea posible, las manifestaciones externas de la vida moderna, que tienden a devaluar la imagen perfecta del asentamiento morisco tradicional que ha sobrevivido a lo largo de los siglos pero está continuamente expuesto a los cambios irreversibles de la vida moderna.

Su abigarrado entramado urbano, lleno de calles estrechas y tortuosas, convive armoniosamente con los cambios y la apertura de nuevos espacios públicos (plazas y plazuelas) construidos tras la conquista cristiana. La irrupción del estilo morisco es fundamental para comprender la morfología del barrio. En términos de producción arquitectónica significa la adaptación de la técnica nazarí a la monástica cristiana, tipologías eclesiásticas y residenciales, que conviven con la riqueza de los edificios musulmanes (muros, puertas casas y palacios, baños públicos, tanques de agua, puentes hospitales). En el Albayzín, la llamada “arquitectura morisca doméstica” se convierte en una manifestación concreta e identificativa de esta unión cultural.

Requisitos de protección y gestión

La propiedad está protegida por un marco legal general, que incluye la Ley 16/1985, del 25 de julio, sobre el Patrimonio Histórico de España, Ley 14/2007, del 26 de noviembre, sobre el Patrimonio Histórico de Andalucía y su normativa de desarrollo. Decreto 186/2003, de 24 de junio, por el que se establece la demarcación de la Ciudad Histórica de Granada, declarado conjunto artístico e histórico por la Real Orden de 1929 de 5 de diciembre, se extiende. Además, la Ciudad Histórica de Granada se define como Bien de Interés Cultural (BIC), la categoría más alta de protección otorgada a las propiedades por una legislación regional y estatal. En el Decreto antes mencionado, la identidad y unidad de la Alhambra, Generalife y Albayzín es reconocido, ya que forman dos de las cuatro áreas en las que se divide la Ciudad Histórica de Granada. Decreto 107/2004, de 23 de marzo, por el que la Alhambra y el Generalife son declarados Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. La propiedad inscrita es administrada por el Ayuntamiento de la Alhambra y el Generalife, un órgano autónomo que incluye un Pleno, una Comisión Permanente, una Gerencia General, y una Comisión Técnica; y la Fundación Municipal Albayzín, un organismo autónomo del Ayuntamiento de Granada, a cargo de las tareas del Patrimonio Mundial en colaboración con otros departamentos regionales. El Nacional, El Gobierno Regional y Local están representados en este Consejo.

El Plan de Dirección de la Alhambra contiene un análisis detallado del corto, Los desafíos de gestión a medio y largo plazo proporcionan el marco de gestión general. Incluye programas y medidas para equilibrar el turismo y la conservación del patrimonio, diversificar la promoción turística para reducir la presión sobre los monumentos, y por el conocimiento del área como estrategia de sostenibilidad, entre otras líneas de trabajo. El Plan de Dirección del bien del Patrimonio Mundial del Albaicín afronta retos similares, como el desarrollo económico de la industria empresarial, la demografía, problemas de accesibilidad, la promoción turística, el sistema de emergencia y evacuación, una carta de colores o la gestión de licencias de obra. Respecto al urbanismo, La Alhambra, Generalife y el Albayzín cuentan con el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (1989 y 1990, respectivamente). Todas las herramientas de planificación requieren un proceso de revisión y actualización constante para mejorar la toma de decisiones y responder mejor a los desafíos crecientes a fin de reducir el riesgo de presión del desarrollo urbano.



Arquitectura clasica
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