Monumentos de Oviedo y Reino de Asturias






Valor universal excepcional

Breve síntesis

Durante el siglo IX, la llama del cristianismo se mantuvo viva en la península ibérica en el pequeño Reino de Asturias donde se creó un innovador estilo arquitectónico prerrománico que iba a jugar un papel importante en el desarrollo de la arquitectura religiosa de la península. Las Iglesias de Santa María del Naranco (construidas entre 842-850 bajo Ramiro I, San Miguel de Lillo (también construido bajo Ramiro I, Santa Cristina de Lena (construida hacia 850), la Camara Santa de la Catedral de Oviedo y San Julián de los Prados (popularmente llamado “Santullano” y construido por Alfonso II, entre 791-842), ubicado en y alrededor de la ciudad capital de Oviedo, son los ejemplos más representativos. El grupo también comprende la notable estructura de ingeniería hidráulica conocida como la “Foncalada” que probablemente se remonta a la primera mitad del siglo IX. Históricamente, este conjunto de edificios es testimonio de tradiciones culturales relacionadas con el Reino de Asturias.

La Foncalada es un ejemplo destacado de la ingeniería hidráulica de finales de la Edad Media en funcionamiento, basado en modelos romanos. La arquitectura de Santa María del Naranco se inspira en la Antigüedad tardía y la paleobizantina, como se ilustra en sus motivos decorativos e iconografía, y también en el diseño de sus fachadas. San Miguel de Lillo conserva una decoración que refleja un completo registro de tradiciones, expresado en la primera escultura original del Reino de Asturias. La Camara Santa de la Catedral de Oviedo es un edificio de dos plantas similar a las estructuras funerarias de la Roma clásica. En efecto, la Camara Santa da testimonio de estos modelos romanos reproducidos, por la arquitectura paleocristiana por sus santuarios mártires. Finalmente, Santa Cristina de Lena es un ejemplo único de la arquitectura prerrománica de Asturias por su distribución y trazado interior.

En general, estas construcciones asturianas de pequeñas dimensiones con una superficie total de 815,72 m 2 comparten casi todas las características de la arquitectura europea de aquella época:convivencia de múltiples diseños tipológicos, una cierta compartimentación espacial, evidente a partir de vestigios exteriores, uso de material similar al camuflaje, interiores bastante sombríos, decoración heterogénea basada en la panoplia de la Antigüedad tardía. Estas características se deben en gran parte a sus promotores:pequeñas comunidades monásticas.

Criterio (i):La arquitectura asturiana prerrománica representa un logro artístico único que no es ni una metamorfosis del arte paleocristiano ni un rasgo del arte carolingio. Estas iglesias que son de planta basilical, enteramente abovedado, y que utilizan columnas en lugar de pilares, tienen decoraciones muy ricas inspiradas en elementos árabes, así como formas que los asocian con los grandes santuarios de Asia Menor.

Criterio (ii):Los monumentos asturianos han ejercido una influencia decisiva en el desarrollo de la arquitectura medieval en la Península Ibérica.

Criterio (iv):Los palacios e iglesias del entorno de Oviedo son un testimonio eminente de la civilización del pequeño reino cristiano de Asturias durante el esplendor del Emirato de Córdoba.

Integridad

Estos monumentos prerrománicos constituyen un conjunto representativo de las iglesias y edificios no cultos de este estilo artístico conservados en Asturias. Cada uno de los seis elementos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial ilustra un aspecto específico de la Asturias prerrománica.

Autenticidad

Santa María del Naranco es una antigua residencia real construida en dos niveles. Las excavaciones realizadas en 1930-1934 revelaron la existencia de baños en una de las habitaciones inferiores. Este palacio ramirio rectangular que fue reconvertido en iglesia entre los años 905 y 1065 y que tiene escaleras exteriores en el extremo norte y un balcón en el extremo sur, se abre al este y oeste a través de logias que actúan como miradores colocados sobre bahías con aberturas en los tres lados. Sus orígenes se remontan a la Antigüedad tardía y la época paleobizantina, como lo ilustra no solo su decoración e iconografía, pero también el diseño de sus fachadas.

San Miguel de Lillo, diseñado como una iglesia desde el principio, sólo ha conservado las dos primeras bahías admirablemente equilibradas de un ambicioso edificio que guarda un gran parecido con el Palacio Naranco. Conserva una decoración que da testimonio de un completo registro de tradiciones, reflejada en la primera escultura original del Reino de Asturias.

Aunque es la capilla de un dominio real de Ordono I, Santa Cristina de Lena es una versión armoniosa pero más pequeña de estas destacadas creaciones, y encarna la fase final de la incomparable arquitectura asturiana entre 850 y 866. San Julián de los Prados posee una decoración tallada y minimalista, como solo tiene una serie de arcos contando ocho capiteles, posiblemente la transformación de una estructura visigoda. Las paredes interiores están cubiertas de pinturas. La mayoría de las de las paredes norte y sur han desaparecido con el tiempo, pero queda un número suficiente para poder descifrar la iconografía, en su mayor parte clásica, pero sin embargo no permite una interpretación completa.

En cuanto a las Iglesias de San Julián de los Prados y Santa María de Naranco, las construcciones se conservan en su totalidad y estado original, con la excepción de transformaciones o modificaciones ad hoc a lo largo del tiempo. Por lo tanto, San Julián de los Prados solo conserva una entrada practicable, por el porche oeste, mientras que originalmente, esta iglesia contaba con otras cuatro puertas. Con respecto a Santa María del Naranco, la principal modificación se refiere a la desaparición de una ventana orientable de guillotina, que se ubicaba contra la fachada sur, quedando únicamente el plano y los inicios de los cimientos inferiores.

La Camara Santa de la Catedral de Oviedo y la Iglesia de Santa Cristina de Lena han sufrido cambios, especialmente en lo que respecta a su cubierta. Respecto a la Camara Santa, su techo de madera fue desmantelado en el siglo XII y reemplazado por una bóveda de cañón sostenida por arcos transversales, descansando sobre columnas con tambores que tienen apóstoles tallados, y considerada como una de las alturas de la escultura románica española. Respecto de Santa Cristina de Lena, se llevó a cabo una importante restauración entre 1892 y 1893, que condujo a la reconstrucción de la bóveda de la nave de acuerdo con fundados argumentos arqueológicos.

La Iglesia de San Miguel de Lillo fue el monumento que sufrió la transformación más importante. A finales del siglo XI, el edificio se derrumbó parcialmente. Solo se conserva un tercio de su estructura original:el lado oeste del edificio. Durante el siglo XII se completó con una capilla oriental de diseño bastante tosco.

Las diferentes iglesias juegan ocasionalmente un papel pastoral, en particular Santa Cristina de Lena, San Miguel de Lillo y Santa María de Naranco. Como iglesia parroquial, San Julián de los Prdos juega este papel de forma permanente. La Camara Santa de la Catedral, que comprende dos niveles, Conserva su papel funerario en la cripta de Santa Leocadia. Su primer nivel ha sido acomodado y reconvertido en ermita de la Catedral de Oviedo.

La Foncalada conserva tres elementos que integran el edificio:el lavabo, el edículo y el canal gracias a las excavaciones arqueológicas realizadas recientemente que han devuelto el esplendor monumental al edificio. Es una evidencia todavía funcional de la arquitectura de ingeniería hidráulica de la Alta Edad Media.

La mayoría de los edificios históricos conservan un grado aceptable de autenticidad, a pesar de la necesidad de restauración tras el levantamiento de 1934 y la Guerra Civil.

Requisitos de protección y gestión

Todas las construcciones prerrománicas gozan de la máxima protección patrimonial que establece la legislación española. Por lo tanto, todas están catalogadas como Bien de Interés Cultural. Es más, el perímetro de protección de los monumentos tiene una superficie de 660,13ha. Las construcciones gozan de una protección que exige que cualquier intervención que se realice dentro de este perímetro necesita la autorización previa de la administración competente para la protección del patrimonio cultural, a saber, la administración autonómica del Principado de Asturias.

Las propiedades prerrománicas pertenecen a la Iglesia Católica a excepción de la Foncalada, que es propiedad municipal perteneciente al Ayuntamiento de Oviedeo.

Las administraciones competentes en materia de gestión del patrimonio, bien las administraciones del Estado, comunidades autónomas y el municipio, además del arzobispo de Oviedo, amplió su colaboración en 2010 con, notablemente, la firma de una “Convención para la Conservación de los Monumentos Prerrománicos de Asturias”, (de 19 de julio de 2010). Todas las partes de la Convención están comprometidas a lanzar intervenciones concretas en conservación, restauracion, investigación y mejora de los dominios protegidos de cada monumento, así como intervenciones concretas (rehabilitación de edificios) la mejora de su protección legal, basado en la adecuación de las leyes municipales en materia urbanística y una mejor protección de los monumentos prerrománicos. Esta Convención, que es un primer paso concreto que permite una gestión coordinada de los monumentos prerrománicos, debe ser mantenido. Es más, sus objetivos deben ampliarse para controlar y coordinar correctamente la gestión turística de estos monumentos.



Arquitectura clasica
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